Por mucho que nos gustaría asegurar que nuestra vida esté llena de buenos momentos y de la paz y armonía necesarias, todos sabemos que es una utopía, y que las cosas se suelen poner feas muy de vez en cuando. Hoy me gustaría reflexionar contigo (digo esto porque no me considero quién para enseñarte nada sobre este tema) sobre cómo superar los momentos difíciles…
Idealmente a todos nos gusta imaginarnos mejor de lo que estamos, soñamos con vivir días plenos de felicidad o con llegar al final de nuestra vida con una sonrisa amplia, fruto de muchos años de buenos momentos. Sin embargo, la vida muchas veces nos muestra otras realidades.
La realidad es que todo es cíclico, y que por la misma razón que vives momentos de intensa felicidad, también vivirás los contrarios.
En esos ciclos que vivimos, hay muchas personas que cuando las cosas se ponen mal, suelen tirar la toalla, desesperarse y provocar más daño todavía a su alrededor y a sí mismos.
Creo sin embargo, que nuestra verdadera razón de ser es superar las dificultades que se nos plantean, rehacernos, salir a flote una y otra vez, levantarnos mil veces. Hace unos años leí esta frase:
«No es la carga lo que te hunde, sino cómo la transportas»
Es la frase que repito ahora cada mañana antes de finalizar mi meditación del día. Y de alguna forma me indica un camino, un Norte.
En la vida viviré muchas dificultades. De hecho, cada día vivo algunas, muchas de ellas son inevitables. Pero lo que sí puedo cambiar es la actitud que quiero tener ante las dificultades que esa vida me ponga delante. Tú también vas a vivir algunas, es muy dificil vivir una vida llena exclusivamente de placeres y momentos felices.
- -Si uno quiere conocer la felicidad también debe conocer la tristeza.
- -Si quiere conocer el amor, también necesita conocer el desamor.
- -Si quiere conocer la salud, también tendrá que haber vivido algo de enfermedad.
- -Si quiere conocer el encuentro, también debe conocer la pérdida.
¿Qué momentos difíciles estás viviendo ahora mismo en tu vida?, ¿Qué situaciones vives con dolor?
Luego están las dificultades que se pueden evitar, los planes que uno puede hacer para que su vida y la de los que le rodean sea más plena. Es importante no adoptar una posición de víctima ante los momentos difíciles una posición de «todo me ocurre a mi». Porque en realidad la pregunta es «¿Pudiste haberlo evitado?». Y si pude, era mi obligación hacerlo.
Pero aunque vayamos por la vida haciendo planes para mejorar, tratando de no crear conflictos y buscando la felicidad en cada cosa que hacemos, esto no va a evitar que de vez en cuando las cosas se pongan muy feas. Que todo a tu alrededor empiece a explotar, que pierdas algunas cosas que quieres, que te sientas herido por alguien, o traicionado por la vida misma. No, no lo puedes evitar.
Quizás tengas algunos años buenos, pero también vendrán los años malos.
La cuestión es que no tenemos una fórmula mágica para superar las dificultades, pero sí podemos elegir una actitud.
Ahora si que me atrevo a darte algunos pequeños consejos. Trataré de alejarme del típico consejo que podemos leer en cualquier parte, del tipo «sonríe más», «date un masaje de pies», etc…
Algunos consejos para superar los momentos difíciles
Acepta que la vida es tanto la felicidad como la infelicidad
Acepta que ambas forman parte de este mundo que tú habitas, que es difícil conocer una y no conocer la otra. Aunque evidentemente a los dos nos guste más vivir la felicidad que sentir el puñetazo en la boca del estómago que nos da nuestra amiga la infelicidad.
Prepárate para lo difícil
Aunque vivas momentos de alegría, nunca pierdas de vista que «esto también pasará», y que aferrarse a un momento y no querer soltarlo no es más que una forma de confluencia, de quedarnos fundidos a una felicidad que es efímera, fruto de un instante de nuestras vidas. Tenemos que aprender a «soltar», a «desprendernos» de los momentos felices, porque también otros momentos llegarán a nuestras vidas.
Haz siempre lo máximo que puedas
Tomé esta frase prestada del Dr. Miguel Ruíz en «Los Cuatro Acuerdos» (aquí tienes un resumen de los acuerdos I, II y III). Lo que nos dice esta frase es que nos esforcemos, que lo demos todo, y que si por alguna de aquellas no conseguimos lo que queríamos, no será por nuestra parte, sino porque la vida, en muchas ocasiones, no nos lo pone fácil. Ante los momentos difíciles tenemos que darlo todo, intentarlo todo e ir a ganar.
No tires la toalla, ni siquiera lo pienses
El pensamiento nos induce sentimientos, y estos se transforman en formas de estar y de actuar. Si piensas en tirar la toalla o en abandonar es muy fácil que la moneda empiece a caer hacia ese lado.
La actitud resiliente es una actitud que no contempla la derrota, que siempre cree que puede conseguirlo.
Actua con el piloto automático
Lo peor de los momentos difíciles es que parece que el trabajo se acumula. Empiezan a originarse problemas a tu alrededor hasta que todos los fuegos parecen encendidos, y entonces ya no estás librando una batalla contra un enemigo, sientes que todo a tu alrededor son enemigos tratando de asediar la fortaleza en la que te encuentras.
Antes que desesperarte te invito a actuar con perseverancia y sin dejar de hacer lo que tienes que hacer, una cosa detrás de la otra. Un encargado que trabajaba en uno de los equipos que dirigía allá por el año 2.000 me decía «César, después del 1 va el 2». Pues eso Fernando, va por ti. Hay que saber que si ponemos el piloto automático todo acabará saliendo, que la mejor forma de no encontrar resistencia es trabajando, haciendo lo que tienes que hacer.
El consejo que me dió Luís Bassat
En una conversación con Luís Bassat le pedí que me dijera un consejo sobre cómo tener éxito en aquello que hacemos. No me dió sólo uno me dió tres consejos. Lo que me dijo exactamente fue «trabajar, trabajar y trabajar». Pues eso, ante la dificultad, trabaja duro.
Que tengas un gran día.