¡Qué curiosos somos los seres humanos! y qué difíciles a veces. Es posible que algunas veces hayas pensado aquello de «Seguro que va a cambiar». Lo hacemos muy a menudo. Hoy te hablaré de un pequeño detalle que te habrá costado más de un disgusto profesional y personal: las personas no cambian… ¿o sí?
¿Cómo estás? Es lunes y espero que hayas empezado de maravilla la semana. Yo acabo de aterrizar de unas semanas sin parar, llenas de viajes y trabajando con equipos y directivos. Esta mañana, he llevado a los niños al cole y después de dar mi paseo a marcha rápida para hacer pasos y esperar que el trafico se despeje, estaba pensando en la dicotomía entre si las personas cambian o no, y quería escribir sobre ello.
No quiero decir que no cambiemos nada, todo lo contrario, cambiamos mucho a lo largo de los años. Nuestros conocimientos, habilidades y actitudes pueden cambiar con el tiempo y nuestro cerebro es plástico y, por lo tanto, adaptable al entorno y al aprendizaje.
Pero la esencia es la esencia. Y en muchas ocasiones lo que queremos cambiar es la esencia. Y eso no cambia.
Tengo pruebas, unas cuantas. He conocido a muchas personas queriendo cambiarlas, queriendo que sean diferentes, que se adapten a lo que yo esperaba de ellas, y eso no ha ocurrido. Seguramente te habrá ocurrido igual a ti. Con una pareja, con un empleado que has contratado, etcétera.
He visto a demasiadas personas que querían cambiar a otras, y se quedaron con las ganas.
Los seres humanos tenemos una gran intuición, muy grande. Y sin embargo, la utilizamos muy poco, es decir que buscamos razonamientos que nos den la razón para lo que queremos hacer, en lugar de hacer caso a nuestra maravillosa capacidad intuitiva.
En lo que se refiere a tu intuición ¿porqué no le hiciste caso la primera vez? ¿Porqué te esperaste a que todo saliera tan mal?
La respuesta es: porque necesitabas algo.
Y cuando necesitas algo con muchas ganas, entonces te da igual lo que te diga tu intuición. Si rompes con tu pareja y buscas pareja urgentemente seguramente acabarás con la persona equivocada. Si tu empresa se queda sin director comercial y necesitas contratar a uno urgentemente, no lo harás igual de bien que si tienes tiempo para hacer este cambio. En el primer caso, tendrás necesidad y esa necesidad secuestrará tu capacidad intuitiva.
Lo he visto decenas de veces, esta conversación y similares las he tenido de muchos tipos:
Un año después Mario es democionado de su nuevo puesto de Director Comercial a su anterior puesto. No ha conseguido resultados. La intuición lo sabía pero la necesidad cegó la vista.
Las personas no cambian demasiado, lo hacen sus cualidades y sólo en algunas ocasiones (después de un esfuerzo y compromiso considerable)
-Alguien muy desorganizado no se vuelve organizado en cosa de unos meses.
-Una persona poco metódica podrá adquirir ciertos hábitos, pero no cambiará sin un esfuerzo titánico.
Pensamos que las personas van a cambiar, pero no te equivoques, casi nunca lo hacen cuando el tema es serio. Hay una parte que va en el ADN y otra que construimos nosotros, y es realmente complicado cambiar si no existen algunos ingredientes:
Después de todo, quiero decir que cambiar es posible, claro que si. Sin embargo, no te engañes, en la mayoría de ocasiones esa persona que quieres que cambie, no cambiará. O por lo menos tan rápido como a ti te gustaría.
¿Qué te dice tu intuición? Hazle caso.
Que tengas un gran día.