Muchas personas se preguntan cómo definir objetivos. Cuando quieres conseguir un objetivo, lo primero que tienes que hacer es definirlo bien, la fase de planificación del objetivo y definición del mismo es crucial. En esta fase, nuestra neurología ya está haciendo sus primeros esfuerzos por acercarse al objetivo, por crear un plan y la motivación necesaria de forma subconsciente. Por este motivo, siempre que hablemos de cómo definir objetivos, conviene hacerlo con todo lujo de detalles.
Un objetivo no es una intención. Un objetivo es claro y está definido, una intención es un «quiero…», un «me gustaría». Las personas que cumplimos objetivos no queremos oir hablar de intenciones, queremos marcarnos objetivos «hoy voy a…», «antes de final de año conseguiré…».
«Recuerda, un intención no es un objetivo»
Esta es la diferencia fundamental entre un objetivo y una intención. Mientras que una intención es un “quiero…” un objetivo es un “quiero hacer esto de esta forma concreta”. Una de las formas más comunes de cometer autosabotaje es llenar tu vida de intenciones, y no de objetivos.
Cada autor tiene su propia definición, y yo como no podía ser menos ¡he creado una! es la que puedes leer en «Evitando el Autosabotaje». Habrás leído mil veces aquello de objetivos SMART, MARTE, etc…
Si me preguntas cómo definir objetivos mi propuesta es META2 (acrónimo para las 5 características). Los objetivos deben ser:
Debemos de poder medir su avance o su cumplimiento de una u otra forma. La forma méjor de medir es mediante indicadores. Llevándolo al terreno de la salud, para perder peso, el mejor indicador es la lectura de tu báscula una vez a la semana.
Pregúntate ¿Cómo podré saber que estoy avanzando y cumpliendo mi objetivo?
Deben de ser tangibles. El objetivo “quiero correr una Maratón” no es tangible. El objetivo “Quiero correr la Maratón de Berlín” sí lo es.
Pregúntate ¿qué características específicas tiene mi objetivo?
Cualquier objetivo tiene que tener una fecha de comienzo y un final. De lo contrario nunca empezaremos. Un error muy común en algunas personas es poner fechas alejadas, «el mes que viene», «el año que viene». Es una forma de no cumplir su objetivo, ya que ante la incomodidad que les provoca empezar, lo dejan para luego.
Si quieres empezar algo, te animo a que hagas algo “ya”, aunque sea un pequeño y sencillo paso. Si quieres mejorar tu salud, empieza hoy almorzando una manzana, si quieres aumentar tu número de clientes, empieza ahora llamando a tres nuevos clientes.
Pregúntate ¿Cuándo quiero haber cumplido mi objetivo? Y, ¿qué pequeño paso puedo empezar a hacer ya?
Muchas veces queremos cambiar el mundo, sin darnos cuenta de que lo único que podemos cambiar es a nosotros mismos. Cuando nuestro objetivo no depende sólo de nosotros, tenemos que saber que nuestro alcance estará limitado, hay que hacer ejercicio de humildad y tratar de conseguir objetivos que estén a nuestro alcance o sobre los que podamos influir de forma genuina y auténtica.
Pregúntate ¿Este objetivo depende de mi?
Si tu objetivo no nace en tu interior, si no es algo que anhelas y deseas de verdad, tendrás menos posibilidades de conseguirlo. Esa es una de las razones por las que falla el liderazgo, los objetivos que les pedimos a los demás, son nuestros objetivos… pero no los suyos.
Antes de iniciar el camino hacia un objetivo pregúntate ¿Realmente deseo alcanzar este objetivo?
Estas son las cinco variables que te propongo, los objetivos deben ser:
Keep walking